Nuevos iconos en mz

Muchas actualizaciones se estan dando en mz, veamos una recien que salio hoy, a pedido de muchos users que andan preguntando:

Oro CM (socio del Club para el 90% de su tiempo en los últimos 2 años)
CM Azul (socio del Club)
Grey CM (El antiguo miembro del Club en los últimos 12 meses)
Verde Partidaria (Un Gerente que ha contribuido al mantenimiento del juego en los últimos 6 meses)
Grey Partidaria (Un Gerente que ha contribuido al mantenimiento del juego en los últimos 12 meses)
Nuevo Usuario (Alguien que se ha unido al juego en los últimos 3 meses)

a los gold cm le van a reglar 10 instant match por mes

a los cm comunes le van a reglar 5 por mes

Vidas Maxeadas - managerzone 15

Los que estamos en MZ hace un tiempito, supimos conocer otro sistema de entrenadores, mucho más simple, en 3 o 4 días uno conseguía un entrenador adecuado para el club, sin embargo, hace un tiempo ese sistema se cambio por uno mucho más complejo. Pueden pasar meses sin encontrar un entrenador para mejorar el rendimiento de nuestros player e incluso hay quienes no hay conseguido contratar ninguno desde que este nuevo sistema se implemento.
La pregunta que todos nos hacemos es, ¿Por qué? Nadie se quejaba del sistema anterior y todos lo hacen de este, ¿Por qué ese sistema que funcionaba para nosotros se cambio, y este al que todos critican sigue vigente?

La respuesta intentaremos esclarecerla en esta columna, para eso haremos un poco de historia.
El viejo sistema era simple, uno hacia una oferta y el entrenador aceptaba o no, simple y sin vueltas.
En ese sistema los entrenadores no tenían mucho para discutir, no había condiciones de trabajo para consensuar, el contrato era in eternun, cuando el sueldo de un entrenador se volvía muy elevado, se cambiaba por otro más barato y listo.
Esta situación comenzó a levantar resquemores entre los entrenadores, “Yo te pago esto, sino te gusta traigo otro igual que vos por menos plata” era la respuesta que más escuchaban cuando iban a pelear un aumento de sueldo.
La inconformidad reinante hizo que buscaran poder de negociación, para eso se agruparon primero entre los entrenadores de un mismo club, “Nos vamos todos” decían si no les daban el porcentaje pedido, los managers cedían antes que ponerse a buscar 8 o 9 entrenadores de nuevo, a nadie le causa gracia buscar un entrenador y menos a todos juntos.

Estos modos de negociación se hicieron habituales en todos los clubes, y como a todo sector que pasa de ser el último orejón del tarro a tener un poco de poder, genero más ansias del mismo en los entrenadores.
Ya no se agrupaban entre los entrenadores de un mismo club, sino que lo hacían por categorías, este fue el paso previo a al formación del Sindicato de Entrenadores de MZ.
La Crew no vio con buenos ojos el creciente poder que obtenían este grupo, tenían miedo que le terminen descuajeringando la estructura del juego y que los managers se terminen cansando de las prepoteadas de los entrenadores y se pasen a Hattrick.

El Sindicato creció con fuerza por todo el mundo MZ y el temor de la Crew se hizo realidad, los entrenadores pidieron hablar directamente con Johan, en una reunión en Suecia, “No queremos hablar con los monos, queremos al dueño del circo”
De esta manera ninguneaban a la Crew, una devolución de gentileza para esa gente que los había ignorado casi desde el comienzo del juego.
Una revolución se estaba gestando y Johan lo sabía, acorto sus vacaciones en Bahamas a solo un mes y se puso la compañía al hombro, demostrando que ser el dueño de un jueguito de Internet no es fácil, los cito en una suite de un hotel céntrico de Suecia.

El día pactado comenzaron a llegar los micros llenos de entrenadores, los cantos, bombos y cornetas se escuchaban de todos lados. 5 fueron los elegidos para hablar con Johan, un Argentino, para sindicalista nadie mejor que un argentino, un brasilero, un Sueco, que había sido comprado por la Crew para intentar tirar atrás las negociaciones y apoyar a Johan en la mesa en forma encubierta, un Chino y representante del país Mz fueron completaban la lista.

Las negociaciones con el Johan comenzaron sin ninguna diplomacia, a los entrenadores les molesto que no estuviera solo, Cattle y Shaffa lo secunbadan para asesóralo, el blondo tenia cara pero no era ningún gil, no iba a entregar más de la cuenta.
El argentino tomo el liderazgo y comenzó a pedir, el sueco comenzó a hacer evidente que estaba comprado “Bueno muchachos, no es para tanto, el sistema no es tan malo” “No estamos cobrando tan mal después de todo” “Vamos chicos, no es para tanto” saltaba cada vez que el argentino quería imponer algo.

El brasilero se canso del sueco y se le fue al humo “vendido”, “carnero” le gritaban, el chino y el Mztiano lo sacaron de la suite a los golpes, el argentino y el brasilero quedaron a cargo.
Johan les ofreció dinero para que todo quede como esta, se negaron, “esto no es cuestión de plata” “queremos que se nos reconozca”.
Finalmente el blondo tuvo que ceder ante la amenaza de dejar a todos los usuarios sin entrenadores, eso provocaría las quejas de los usuarios y el abandono del juego, Johan no podía permitirlo.

Las modificaciones fueron a gusto y piacere de los entrenadores, ahora ellos son los que mueven los hilos, “quiero 2.153 de sueldo, ni 2.155 ni 2.151 ¿entendes? Rechazo la oferta” es lo que solemos oír ahora cada vez que queremos contratar alguno, “no me interesa trabajar 15 semanas, quiero 16” es otra.
Ahora recibirse de Físico Nuclear en 4 años es más fácil que contratar un entrenador, los Crew que intervinieron en esa reunión seguramente negaran todo como siempre y acusaran que se trata de un bug o que nosotros no entendemos el sistema.
La realidad es que ahora, los entrenadores son quienes tienen la sartén por el mango.

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Programayin

Vidas Maxeadas - managerzone 14

Continúa de la edición anterior…

Luego del particular gol en contra de Cayetano, y ante la bronca y el fastidio de su compañero en la zaga central y del resto de sus compañeros, el técnico del Peterete United intentaba calmar los ánimos desde el borde de la cancha: “Vamos muchachos, no se desesperen que todavía falta mucho”. Y para nuestro personaje eso era lo peor de todo: aún faltaba mucho para que finalice aquella agónica tarde…
Jamás en su puta vida había sudado tanto, claro que no por su esfuerzo físico, sino por el tremendo nerviosismo que le carcomía las entrañas. Los pelambres de las axilas parecían peinados a la gomina de tanto que sudaba el pobre Cayetano. De a ratos, “el lerdo” miraba hacia la platea visitante y allí veía las miradas virulentas de Trampponi y Sttaffa, aquellos dos secuaces que días antes le habían “pedido el favorcito”. Y, para colmo de males, se le venía a la mente la cara de su mujer, La Rosita, diciéndole: “Comprame una crema para los juanetes, desagradecido”…
El tema era que Cayetano ya había cobrado una parte de la cometa prometida, entonces ya no había marcha atrás. Era consciente de que se había metido con gente bien pesada, que no se andaba con vueltas si había que voletear a un ingrato.
La cuestión es que finalizó el primer tiempo, ambos equipos se fueron a los vestuarios, y el marcador anunciaba el triunfo del Silencio Stampa por un tanto contra cero. Con ese resultado el equipo de Cayetano se quedaba afuera de la Copa y su triste encargo estaba cumplido…
En el vestuario del Peterete United el horno no estaba para bollos. A Cayetano, obviamente, se lo querían comer crudo: “Que no podés ser tan animal”, “Ni mi mujer se hubiese mandado semejante cagada”, etc. etc. La cuestión es que, pese a que la jugada había sido un asco y una casi evidente vendida, los compañeros del “lerdo” jamás hubiesen sospechado de él. Así que ahora, luego de los reproches, todo era aliento en el vestuario: “Vamos que podemos, hay que poner huevo”. Y a Cayetano se le caía la cara de vergüenza, se sabía un traidor y eso le partía el alma en mil pedazos…
Salió a la cancha para arrancar el segundo tiempo y su mirada delataba la más pura tristeza.
Los segundos 45 minutos arrancaron y el Peterete salió con todo a buscar el empate que le podía dar el pase a la siguiente ronda de la Copa. Arrinconaba a su rival contra el arco y el gol estaba al caer. El “lerdo” era un espectador de lujo que observaba el partido desde mitad de cancha. Cada vez que había un córner, el DT le hacía señas para que vaya a cabecear al área rival, pero Cayetano se hacía el desentendido y miraba para otro lado, silbando “Rosa Rosa” de Sandro o alguna canción de Los Pasteles Verdes.
Estaba claro: el tipo no quería más problemas (no más de los que ya tenía).
Allá por el minuto 63, el número 7 del Peterete United desborda por la derecha y tras gambetear a un rústico defensor, le envía el balón al 9 –Conrado Pellón- que, sin dudar un instante, saca un remate violento que se clava en el ángulo izquierdo…
La que le faltaba, pobre Cayetano, ahora el partido estaba 1-1 y de seguir así tendría que mandarse otra “de las suyas”…
¿Hasta cuándo podría aguantar su débil corazón esa asquerosa sensación de culpa?
Después del empate la cosa estaba difícil para Cayetano, su equipo era más en la cancha que su rival y el segundo no iba a tardar en llegar.
Tenia que actuar rápido, el problema era cómo, estaba totalmente perdido, no podía hacer otro gol en contra, sería muy evidente, ¿Entonces?
Cayetano empezó a mandar a su equipo para atrás, cada pelota que recibía la mandaba al corner o al lateral sin pudor, “me picó mal”, “mirá el ladrillo que me tirás!”, “tuya!” eran las excusas elegidas por Cayeta (como le decían sus compañeros en la cancha).
Sus compañeros lo miraban mal, Cayetano no era un virtuoso con la pelota, es más, era bastante rústico, pero nunca había jugado taaaan mal! Algo olía mal…
Atrás de los carteles de publicidad había dos supuestos bomberos, que en realidad eran dos “muchachos” mandados por los “socios” de Cayeta para agarrarlo ni bien terminaba el partido si algo salía mal.
Cayetano no paraba de mirar hacia el costado, más pasaban los minutos, más miraba hacia el costado, hasta que un compañero se dio cuenta y le gritó “nos vendiste”, lo miró con desprecio y eso caló hondo en el orgullo del “lerdo”.
“Callate infeliz, hablá menos y pone más! Estás caminando la cancha” le dijo Cayetano, pero por dentro sabía que tenia razón, había hecho algo imperdonable, había traicionado a sus compañeros, esos que lo habían bancado cada vez que se le escapó un delantero, siempre que llegaba tarde a cubrir un hueco, siempre que se comía un caño, allí estaban sus compañeros para darle aliento, y él los había traicionado.
Se había quedado en blanco, cuando reaccionó, un delantero rival encaraba mano a mano al arquero, Cayetano lo empezó a correr.
El delantero rival definió cruzado, a colocar, sin mucha fuerza, el arquero alcanzo a tocarla pero la pelota iba directo al fondo de la red.
Cayetano corrió con todas sus fuerzas y llegó a la línea de gol junto con la pelota, miró al costado y los dos bomberos sonreían. No faltaba mucho para el final, con sólo tropezarse y dejar que la pelota siguiera rumbo a la red, tendría su futuro asegurado.
Miró al costado, vio a los bomberos reír y frotarse las manos, miró hacia atrás y vio a sus compañeros, unos agarrándose la cabeza y otros insultándolo por vendido. Cayetano paró la pelota con la suela, miró el piso, reflexionó unos segundos y gritó, “Laucha! Es tuya!”.
Sacó el pelotazo largo, hacia la derecha donde el extremo, el “Laucha” Bikendi (1.62m, 55kg) la bajó con el pecho y desbordó hasta el fondo donde sacó el centro perfecto para el 9 que cabeceó solo de pique al suelo como marcan los libros.
No faltaba mucho y el triunfo estaba asegurado, Cayetano sabía que no podía salir de ahí sin que lo agarraran los “bomberos” y le quebraran las piernas, así que empezó a agitar a la gente hasta que logró una invasión de campo.
Se mezcló con el público, cambió su camiseta con los hinchas y desapareció para siempre del país.
Hoy vive en el MZ, donde tiene asilo político y trabaja como entrenador en un equipo de 2ª división… en silla de ruedas.

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Programayin

Vidas Maxeadas - managerzone 13

Continúa de la edición anterior...

...Y Cayetano le hizo un gesto con la cabeza a su mujer para que saliera y los dejara solos, no era tonto y tenia muchos años en el fútbol, ya sabia lo que pasaba.
Cuando quedaron solos Cayetano nunca abandonó el gesto adusto, serio se sirvió un mate, lo tomó de una sola chupada y lo apoyó sobre la mesa mirando a sus interlocutores.
Los dos hombres se miraron como viendo quien sería el que hable. Fue el más joven de los dos quién tomó la palabra, “Cayetano, ¿No te gustaría darles un futuro a tus hijos?, ¿Cuánto juntaste en estos años de carrera? Nosotros podemos darte una mano con eso, además.. en la Copa ustedes pueden pasar de fase pero.. ¿Van a salir campeón?”.
El hombre hizo una pausa buscando la devolución de Cayetano que lo miraba fijo y con cara de póquer, el otro hombre se impacientó y fue directo a los bifes, “Queremos que vayas para atrás, vas a cobrar buena guita”.
Cayetano no hizo ningún gesto, miró el suelo, se tomó la barbilla y se acarició la barba, se sirvió otro mate y les dijo “Quiero un adelanto”.
Cuando los hombres se fueron Cayetano tenía una mezcla rara de sensaciones, por un lado la satisfacción de poder darle un futuro a sus hijos, podría pagarles una escuela privada y hasta ponerles un negocio para que se mantengan, por el otro ¿Cómo iba a decirles a sus hijos cuando crezcan de donde sacó la plata para todo eso?
Los hombres con los que había tratado no eran nenes de pecho y no era la primera vez que lo hacían, ya tenían experiencia y sabían como hacer para que sus “socios” no se arrepintieran.
Lo llamaban todas las noches a su casa para recordarle que habían hecho un trato, tenían gente que lo seguía a los entrenamiento y le decían al pasar “Que piernas flacas tenés, se quiebran fácil esas”.
La noche anterior al partido Cayetano casi no pudo dormir, para completarla le habían mandado un sobre con fotos de él tomando el dinero del adelanto y una cinta con la conversación, no había marcha atrás.
La historia no seria fácil para Cayetano, su equipo era muy superior al rival, a los 10 minutos del primer tiempo ya habían tenido 3 mano a mano y no cruzaban la mitad de la cancha.
Cayetano salía a cortar a la mitad de la cancha para dejar huecos y generar faltas para meter a su equipo un poco más atrás.
Casi terminando el primer tiempo su equipo superaba ampliamente al rival y no ganaba de milagro, Cayetano tomo una decisión que quería evitar a toda costa.
Salió otra vez a cortar hasta la mitad, como toda la tarde vino el centro pasado, llovido, había pasado a todos los delanteros e iba en dirección a su compañero de zaga que se disponía a rechazar, Cayetano lo pisó y lo agarró de la camiseta, se subió a sus hombros y le metió un frentazo inevitable a la pelota que termino en el fondo de la red.
Sus compañeros lo miraron sorprendidos, nunca había hecho algo así, Cayetano abrió los brazos con cara de fastidio y lanzó “Boludo! Gritame que vas vos!”.

Continuará…

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Programayin

Nuevas actualizaciones

nuevas actualizaciones en mz...muy pronto les estare trayendo mas informacion

Vidas Maxeadas - managerzone 12

Vidas Maxeadas

Cuando días atrás leí la crónica en Vidas Maxeadas acerca del asunto de los sobornos, las apuestas y los extraños goles en contra en Manager Zone, no pude hacer menos que recordar una historia que creía relegada a mi olvido. Pero como dice el escritor uruguayo Mario Benedetti: “El olvido está lleno de memoria”… y esta historia no es la excepción.
Lo que les voy a narrar sucedió hace algún tiempo y es una historia llena de idas y vueltas, de oscuridad, de pasiones, de traición…
Cayetano “el lerdo” Florín es un jugador como cualquier otro; “un jugador del montón”, como suele decirse en el ambiente futbolero. Maxeado en seis en entradas y abandonado en el entrenamiento, a los 18 años ya tenía estropeados sus sueños de grandeza. Había pasado ya por siete diferentes equipos cuando, a los 29 años de edad, llegó al Peterete United, un modestísimo combinado argentino de división ocho. Allí, en un principio, el “Lerdo” Florín pareció encontrar su lugarcito en el mundo del fútbol. Las aspiraciones del pequeño club no eran demasiadas, por lo cual el esfuerzo de los jugadores tampoco era descomunal. Todo hacía parecer que allí todo sería paz y tranquilidad para él.
Pero volvamos en el tiempo, porque hay algunas cosas que deben saber para comprender todo el contexto de esta historia…
Cayetano se casó jovencito, con una minuza que era de lo mejorcito en el barrio: Rosita Vallejos. La señorita en cuestión era bonita, pero tenía un gran defecto: le gustaba mucho la plata. Por eso no dudó en casarse con Cayetano cuando éste, siendo un purrete de 17 años que prometía en el fútbol. Pero después llegó el maxeo del “Lerdo”, y los sueños de fortuna de Rosita comenzaron a desmoronarse. Se volvió insoportable: “que vos me prometiste esto”, “que no tengo plata ni para comprarme un calzón”, “que podrías haberte esforzado más”. En fin… Rosita era una continua catarata de reproches para con el pobre Cayetano que, resignado, solo atinaba a agachar la cabeza y decir “si mi amor, tenés razón”.
La cuestión es que los 2932 USD que le prometieron a Cayetano Florín para vestir la casaca del Peterete United, mejoraron un poco la cosa en su casa. Claro, la guita se la gastaba toda en Rosita, quien luego se volvería adicta a los productos de belleza de Avón. Pero nunca, nunca, llegaban a fin de mes…
Y aquí comienza la verdadera historia, la triste historia que le sucedió a Cayetano Florín…
Esa semana el manager del Peterete United había por primera vez depositado unos pesos, con la ilusión de que su equipo participe en alguna copa. Por supuesto en el club la noticia hizo que todos estallaran de alegría, ya que la gran mayoría de los jugadores de aquella humilde institución no habían jugado jamás un partido de copa. Los entrenamientos fueron más intensos que nunca y los jugadores se mataban para ser tenidos en cuenta por el manager.
Llegó el primer partido por la Copa y el Peterete salió a la cancha con la llama de la esperanza en los ojos de todos y cada uno de sus jugadores, incluyendo claro, a Cayetano Florín. Ganaron 3-2 y el vestuario fue una fiesta. Llegó el segundo partido y esta vez lograron un agónico empate con gol de Salustiano Trípode, el lateral derecho del equipo, en el minuto 87. En el tercero otra vez el resultado final arrojó un empate, en esta oportunidad 0-0.
Quedaba sólo un partido y marchaban segundos en la tabla de posiciones con 5 puntos. Con un empate en el próximo partido se aseguraban la clasificación a la fase de playoff. Pero claro, aún debían jugar contra quien venía tercero y a sólo dos puntos, otro equipo argento: el Silencio Stampa FC, quien militaba en séptima división. Y éste no era un equipo cualquiera… observando los colosales valores de sus jugadores uno ya intuía que había cosas extrañas en torno a esta Institución. Creado en el año 2005, jugadores de altísimo nivel, con las arcas llenas y contactos influyentes, el Silencio Stampa parecía imposible de vencer para el equipo de Cayetano.
Faltaban 3 días para el gran partido cuando el “Lerdo” observó por el ventiluz de la puerta que un hermoso Mercedes plateado se estacionaba frente a su modesta casita de Pellegrini al 3000. Dos hombres de gran estatura, anteojos negros y saco gris, se bajaron del coche. Cayetano los atendió en ojotas y con el mate de hojalata en la mano.
Los señores se presentaron como Julio Sttaffa y Esteban Trampponi, “dirigentes de un club de fútbol”, según sus propias palabras. El lerdo, gentil como siempre, los invitó a sentarse en el living-comedor. Trampponi observaba las paredes resquebrajadas y con manchas de humedad, y mirando fijamente los ojos de Cayetano le dijo: “Vos podrías vivir mejor Florín y nosotros te vamos a dar una mano”

Continuara....

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